dc.description.abstract | Informa la labor sanitaria ejercida con los indígenas de la provincia de San Román por el médico peruano Dr. Manuel Núñez Butrón.
Antes de la organización de las Brigadas sanitarias y de los Comandos sanitarios regionales, eran sólo los Médicos Titulares de las Provincias los que debían afrontar el problema sanitario en la extensa zona de su jurisdicción y debían hacerlo sin contar con elementos de ninguna clase y ni siquiera facilidades de movilización. Por otra parte, tenían obligación de residir en la capital de la provincia, donde hacían clientela y desempeñaban múltiples funciones oficiales, especialmente de orden médico legal y burocrático que los absorbía completamente y les dejaba poco tiempo para pensar en cuestiones sanitarias. Contaban con auxiliares vacunadores, pero generalmente sin preparación adecuada e imposibilitados material y psíquicamente para hacer labor efectiva. En esas condiciones, no se podía esperar una labor sanitaria efectiva de los Médicos Titulares.
Por ese motivo, la labor del Dr. Núñez tuvo un carácter de extraordinaria excepcionalidad, porque comprendiendo que no debía limitarse a esperar que el enfermo llame a su puerta para curarlo, sino que debía atacar la enfermedad en su origen, organizó a la comunidad para destruir las causas que provocaban sus males y convertirlos en elementos resistentes a las enfermedades.
Convencido de que los factores que mantenían al indio ajeno al progreso eran la suciedad, el alcoholismo o la coca, el pleito y la ignorancia, inició su labora hablando de estas cosas a todo indio que solicitaba sus servicios, generalmente por certificados médico legales, y exigiendo que se presentaran limpios para atenderlos. Además, fue a las parcialidades en busca de ellos y les hablaba.
Para estimularlos y contar con propagandistas de su doctrina, resolvió designar sanitarios honorarios. Comenzó en la parcialidad de Isla, donde en 1933, donde en ceremonia pública y en presencia de las autoridades de la provincia y de una multitud de indios, entregó los nombramientos y colocó los brazaletes con la insignia de la cruz roja a los nuevos sanitarios rurales o “riccharis”. Los eligió porque se distinguieron por su fe, decisión y entusiasmo por la nueva causa. La misión de estos sanitarios era practicar la vacunación antivariólica a los habitantes de su comunidad, predicar la doctrina de la limpieza, sobre todo con el ejemplo, abrir los ojos de sus congéneres al progreso y destruir los prejuicios arraigados sobre las causas de las enfermedades, que no se trata de un ente vengativo y caprichoso sino de una infección inoculada por el piojo, los parásitos y la suciedad.
Se indica toda la obra de sanidad, higiene, alfabetización y difusión de la limpieza realizada por el Dr. Núñez y los riccharis. Su obra fue extendiéndose de parcialidad en parcialidad por toda la zona rural de la provincia de San Román y de otras provincias vecinas.
Concluye que la labor del Dr. Núñez Butrón fue todo un experimento sociológico que ofreció múltiples enseñanzas: mostró todo lo que podía conseguir el médico sanitario cuando pone su ideal en evitar las enfermedades antes que curarlas y tiene un sentido social de su misión; reveló todo lo que podía obtenerse del indio, cómo era fácil despertarlo, incorporarlo a la vida civilizada poniéndolo en la vía del progreso del que estaba ávido, no obstante su aparente indiferencia y conformidad y, finalmente, enseñó el método más conveniente para llevar a cabo esa labor. | es_PE |