dc.description.abstract | Analiza la fecundidad de la población, la capacidad de procreación y la educación relacionados con el desequilibrio económico.
Señala que el sistema económico produce un desequilibrio social, y este desequilibrio no se produce por la escasez de la producción y el aumento excesivo de la población, sino que se debe esencialmente, a la desigual distribución de las riquezas. ¿Y a qué atribuir ese reparto desigual? Las instituciones humanas se encargan de contestar a la pregunta. Los sistemas económicos son los únicos factores que engendran la gran lucha entre los propietarios y los desposeídos.
Observa que, por un lado, estaban los pobres y proletarios multiplicándose sin freno y por el otro los propietarios y ricos sin más que dos hijos cada uno ¿Cómo puede verse una ley natural que no se aplica a la totalidad de la población, a la unidad sino teniendo en cuenta su situación económica? De donde puede inferirse que que no debe buscarse el coeficiente de fecundidad en las causas fisiológicos sino más bien en las condiciones económicas. Precisamente el pobre, el desheredado de la fortuna, perdiendo todo espíritu de previsión se abandona a una procreación desenfrenada.
¿A qué atribuir entonces el fenómeno del equilibrio de nacimientos y defunciones? La ciencia no pudo satisfacer con explicaciones de la biología, fisiología y etnografía. Respecto de estos problemas, científicos dicen que la capacidad de procreación proviene de la buena alimentación, otros afirman lo contrario: lo mismo en el reino vegetal que en el animal, una alimentación excesiva dificulta la reproducción, mientras que una alimentación limitada lo estimula y aumenta, la obesidad provoca esterilidad.
Tan pronto como un progreso de la producción industrial da lugar a un aumento de salarios y la condición del obrero se eleva por encima del nivel ínfimo en que vegetaba embrutecido se comprueba una disminución en el número de nacimientos. Al mismo tiempo, una producción más activa aumenta la cantidad de víveres en el mercado, hace que paulatinamente disminuya y desaparezca el desequilibrio entre la producción y las subsistencias.
Indudablemente, pues, la cantidad de la población y su aumento está condicionado y determinado por factores netamente económicos. Por ejemplo, la población de Francia, en ese país, donde el reparto más o menos igual de las riquezas y la condición desahogada de los franceses constituye una generalidad son las causas del estacionamiento de la población. El individuo sabe a qué atenerse y evita la procreación exagerada para no comprometer su condición económica.
El elemento económico, como un poderoso factor, se presenta en toda su amplitud en nuestras sociedades. De él pende en su totalidad el progreso de la civilización. Las tierras repartidas desigualmente entre los individuos, a la par que las riquezas, establece una degradación bastante pronunciada, en el organismo social, con una simple observación se notan sus efectos.
Concluye que la capacidad vital del individuo está condicionada por los medios económicos. El problema consiste en buscar el equilibrio en la repartición de las riquezas y para esto es necesario grandes transformaciones sociales. Este era el gran problema que agitaba a todo el mundo y siguiendo el curso natural de las cosas, los trabajadores unían filas con la asociación, y se aprestaban para la lucha. | es_PE |