dc.description.abstract | Conferencia dictada por el autor en el Congreso de la Sociedad Italiana de Medicina
del Trabajo y publicada en "Ressegna della Previdenza Sociale", de Roma.
Comienza presentando la historia de los estudios de las enfermedades producidas por
polvos y señala que en 1916 Staub-Oetiker publicó el primer trabajo en el cual se
señala con precisión la técnica radiológica que se debe seguir, con indicaciones sobre
la calidad misma de las planchas, sobre los reagentes fotográficos, etc. Esta técnica
se debía seguirse con mejores aparatos y con la mayor pericia. Recomendaciones
muy precisas y muy útiles las recuerda también la Oficina Internacional del Trabajo en
la publicación: "La reparación de la silicosis". El nombre de Staub-Oetiker debe ser
colocado en primera línea, entre aquellos de los estudiosos de las enfermedades
derivadas de los polvos, o para ser más exactos, de la silicosis. Este autor escribía
entonces que, frente a la incertidumbre de los exámenes objetivos sobre el enfermo,
los rayos X dan elementos característicos y decisivos para el diagnóstico de las
enfermedades causadas por los polvos.
El autor indica que el enorme número de publicaciones escritas, especialmente en el
extranjero, sobre la silicosis, no le permitía hacer una revista, aunque sea sumaria, de
la cuestión misma, como habría sido útil en ocasión de ese Congreso y se limitó a
tratar el argumento general de la silicosis y en particular a esclarecer, según su modo
de ver, el de la silicosis en Italia.
En conclusión, afirma que:
1. Existe una enfermedad profesional autónoma, una neumoconiosis producida por
inhalación de polvos que contienen bióxido de silicio (anhídrido silíceo) o sea
químicamente no combinado. El legislador inglés la define: Fibrosis pulmonar por el
polvo de sílice; el francés: Afección pulmonar por absorción de polvos silíceos
calcáreos y arcillosos; algunos autores alemanes: "Esclerosis pulmonar provocada
por depósitos de polvos que dan lugar a un lento proceso".
2. La tuberculosis complica, en las formas avanzadas, la silicosis casi en la totalidad
de los casos. Los síntomas de la tuberculosis, apenas observados, justifican la
intervención del Instituto Nacional Fascista de Previsión Social (l.N.F.P.S.) y de los
Consorcios Provinciales antituberculosos a favor de los asegurados.
La silicosis es una enfermedad grave que, aún sin complicaciones, lleva a la muerte a
todos aquellos que la padecen y no son retirados de su trabajo a su debido tiempo.
Reconocida en 54 estados del mundo como enfermedad profesional debe ser inscrita
también en Italia en la lista de enfermedades profesionales, con obligación de
denunciarla, esperando que la denuncia obligatoria permita juzgar cuándo y dentro de
qué límites se puede indemnizar al silicótico. El l.N.F.P.S. debe ocuparse los silicóticos
en la misma medida que otras enfermedades profesionales indemnizables, dentro de
los límites de las disposiciones en vigor para la invalidez.
Finaliza señalando la lucha contra la silicosis, como contra las otras enfermedades del
trabajo, es lucha por el mejoramiento de la raza; querer resolver el problema
limitándonos por ahora a la denuncia obligatoria de la silicosis como enfermedad
profesional es el deber de los médicos y de los fascistas conscientes de la
responsabilidad moral que han asumido, y además del honor que tienen de pertenecer
a un Estado que, en el campo de la previsión social, no están en lugar posterior a
ningún otro Estado del mundo. | es_PE |