dc.description.abstract | Informa aspectos de la asistencia y protección social en el Imperio Incaico.
Señala que, al decir de los cronistas, en este pueblo no se conocieron los pobres ni los
mendigos. Los Incas, con alto sentido político, pensaban que la prosperidad de sus
súbditos redundaba en beneficio del Estado, por ello previnieron las necesidades que
podían presentarse y mantuvieron a su pueblo alejado de ellas por medio de una
eficaz organización, haciendo cooperar a todos sus súbditos para la consecución del
bien común.
Esto permite asegurar que la asistencia fue predominantemente preventiva y
constructiva y su estudio está íntimamente ligado al de la organización misma del
imperio.
Para poder darse una idea de ella, este estudio se enfoca en los tres puntos de vista
que se considera que debe abarcar toda asistencia para ser completa: el económico,
el higiénico y el moral.
Desde el punto de vista económico se presentan tres necesidades primordiales:
vivienda, alimentación y vestido. Indica la manera como se organizó en el imperio la
cobertura de esas necesidades.
En materia de Higiene del Trabajo hay dos puntos importantes que se menciona en
este artículo: Una gran parte de los actuales trabajadores de minas enferman de
neumoconiosis y otras afecciones pulmonares. Esto no se conoció en el Imperio
lncaico porque, sabiendo lo fuerte de ese trabajo, se ocuparon en ellos solamente a
los sanos y que tuvieran mujer que los cuidase bien. Además, se turnaban para el
servicio en las minas y mientras duraba su turno tenían días de descanso y
distracción.
El segundo punto es el descanso por razón de la edad. Así como los Incas exigían que
todos trabajaran, también supieron respetar la ancianidad. Los hombres que llegaban
a los 50 años ya no pagaban tributo y se dedicaban a cultivos sencillos; y a los 60
años dejaban el trabajo material para brindar su experiencia a los curacas, siendo sus
necesidades atendidas por la comunidad.
También menciona que las viudas y los huérfanos, las esposas e hijos de los
guerreros, los enfermos y los inválidos que no podían labrar las tierras los Incas
consagraron el derecho a la asistencia y sus tierras eran cultivadas por los aptos para
el trabajo.
Finalmente indica que los Incas respetaron la dignidad humana al respetar las
costumbres, la religión y la lengua de sus conquistados; formaron el espíritu de su
pueblo en el trabajo, en la verdad y en la honradez; y fomentaron la solidaridad social
al establecer que estos pueblos, que antes de la conquista incaica vivieron aislados,
hablasen el quechua para que por medio de la lengua común se uniesen.
Concluye que las asistentes sociales encuentran en este Imperio un antecedente
histórico de que la asistencia mejor no es la que se presta gratuitamente. Los Incas
velaron por e l bienestar de s u pueblo, atendieron a sus necesidades, pero también
exigieron un tributo como reconocimiento del bienestar que ellos les proporcionaban. | es_PE |