dc.description.abstract | Se examina sucintamente los seguros obligatorios de maternidad instituidos en los países de América Latina.
Varios países de América Latina, adaptando las experiencias extranjeras a sus condiciones y necesidades particulares, captaron la técnica de los seguros sociales con el fin de combatir en su misma raíz las enfermedades sociales, principalmente la tuberculosis y la sífilis, y para sanear radical y sistemáticamente su patrimonio más precioso: la salud pública. Es así como un número creciente de países de América Latina se decidieron a implantar un seguro obligatorio de maternidad, o sea, siguiendo el ejemplo de la inmensa mayoría de los países europeos, en relación íntima con un sistema general de seguro de enfermedad, o, inspirándose en el modelo italiano, con un régimen independiente.
Se engloba en un primer grupo los países que han instituyeron simultáneamente el seguro de maternidad y el seguro de enfermedad. El primer país que consagró en su legislación esta aspiración social fue Chile, donde el seguro de enfermedad-maternidad funcionó desde 1924. Como segundo país sigue, en 1936, el Perú, y muy recientemente, por una ley del 14 de junio de 1940, Venezuela se ha alistado en el camino del seguro obligatorio de enfermedad-maternidad. Se revisa rápidamente la legislación de los tres países.
Luego se examina, de manera un poco más detallada, las dos legislaciones latinoamericanas que, en razón de las serias dificultades con las cuales tropezaría la aplicación de un régimen de seguro enfermedad-maternidad, se decidieron a establecer un seguro de maternidad obligatorio independiente, cuyo costo era menos elevado y su aplicación era más fácilmente realizable, que son los seguros de Cuba y Argentina.
Desde el principio de su actividad hasta 1939, el seguro de maternidad cubano gastó 2'500,000 pesos para asignaciones y curas obstétricas; además constituyó un fondo de reserva de 1'500,000 pesos, e invirtió más de millón de pesos en la construcción de dispensarios y maternidades. En el dispensario médico de la Maternidad en la Habana, se podían tratar cada mes más de 300 mujeres y más de 100 niños. A fin de completar su plan de acción sanitario, el seguro creó en la Habana una gran clínica moderna, con 190 camas y todas las instalaciones para los servicios médicos generales y especializados.
El Instituto Argentino de Seguro de Maternidad organizó su servicio obstétrico sirviéndose al principio de las maternidades existentes y después ser autorizado debió crear y administrar sus propias maternidades. Según su informe de 1938 el gasto total para prestaciones ascendió a 1'116,075 pesos. Este mismo informe contiene también otros datos estadísticos de interés.
Concluye que la experiencia mundial y el ejemplo de las naciones latinoamericanas proporcionan la prueba de que sólo la técnica del seguro social que reemplaza la beneficencia individual por la previsión organizada de un sistema de seguro obligatorio de maternidad, podrá eficaz y razonablemente crear para las madres y los niños condiciones favorables que permitan a aquellas una maternidad saludable y segura, desde la concepción hasta la crianza del hijo, y a éste garantizarle la satisfacción de sus derechos esenciales, en lo que respecta al desarrollo físico, a la conservación de la salud, del bienestar, de la alegría y la preparación para la vida. | es_PE |