dc.description.abstract | Reseña de la situación de los seguros sociales y la salud pública en América Latina.
Se analiza el nivel de la legislación, en comparación con las normas fijadas por dos
Conferencias del Trabajo de los Estados de América, una en Santiago de Chile en
1936 y la otra en La Habana en 1939. A la vez, la mención de los progresos
nacionales alcanzados en los últimos años proporciona un indicio acerca de la política
que probablemente se siga más ampliamente en los años siguientes. Los tres sectores
de los seguros sociales se examinan según el orden histórico en que se adoptaron: la
reparación de los accidentes de trabajo, el seguro de pensión y el seguro de
enfermedad y maternidad.
Señala que, en términos generales, los fines de los seguros sociales son los mismos
en todo el mundo: cuidar de la salud de la población trabajadora y proveer sustento a
aquellos que no pueden trabajar. En los países ricos e industrializados se adoptan los
seguros sociales como una alternativa preferible a la asistencia pública. Pero en
realidad en los países latinoamericanos no es posible hacer tal elección y los seguros
sociales, a pesar de las dificultades que presentan, resultan ser el único remedio. En
estas repúblicas sus gobiernos no pueden financiar un sistema tolerable de asistencia
pública.
Por otro lado, en los países de América Latina los medios de que se disponía para la
introducción de los seguros sociales eran, por lo general, menos que en los países
industrializados y, algunas veces, menos frecuentes e importantes.
La carencia de facilidades médicas en la América Latina tampoco estaba compensada
por un elevado nivel de la salud en general, sucedía lo contrario. Las regiones
tropicales naturalmente tenían sus propias enfermedades endémicas, lo cual
ocasionaba una seria y generalizada pérdida de vitalidad. Además, las enfermedades
sociales no eran menos prevalentes en estas tierras que en otros países. Por
consiguiente, los seguros sociales, al desarrollar sus labores preventivas y curativas,
se encontraron ante una formidable tarea, para la cual se requería crear su propio
equipo. Otro tema a considerar era que el contraste entre el nivel de vida de los
trabajadores urbanos y rurales, en ninguna parte era tan marcado como en algunos de
los Estados más grandes de la América Latina.
Todos los países latinoamericanos, con la excepción de Haití, tenían leyes relativas a
la reparación de los accidentes del trabajo, la mayoría de las cuales se adoptaron
entre 1911 y 1925, de hecho, el movimiento de la legislación fue paralelo al de los
Estados Unidos y Canadá. Aparentemente, las principales fuentes de inspiración en la
América Latina fueron la ley francesa de 1898 y la ley española de 1900.
El seguro de enfermedad y maternidad era mucho menos frecuente en la América
Latina que la reparación de los accidentes del trabajo o el seguro de pensión, a pesar
de que parece ser el sector más importante de los seguros sociales, y de hecho es el
factor fundamental de una política social.
Concluye que el futuro desarrollo de los seguros sociales de la América latina debe ser
el resultado, por una parte, de la influencia formativa que tendrán las normas
generalmente aceptadas al reformar los sistemas existentes y al crear y proyectar los
futuros sistemas, y, por otra parte, de la libertad para hacer experimentos de alcance
nacional como, por ejemplo, la utilización más amplia e innovadora de las instituciones
de seguros sociales para promover el bienestar social. | es_PE |