El Problema Médico-Social del Reumatismo Crónico
Abstract
Se revisa el aspecto científico del Reumatismo, su diagnóstico, tratamiento y profilaxis, para posteriormente analizar el problema de la acción médico-social en la lucha antirreumática.
Señala que la renovación del estudio del Reumatismo crónico era relativamente reciente en la época que se realizó el artículo; podía decirse que se operaba un verdadero renacimiento en el vasto campo de la patología general, que permitía entrever que tendría una nueva concepción.
Explica que, desde hace mucho tiempo, se considera el reumatismo crónico como una enfermedad de la nutrición. Esa concepción metabólica tenía, indudablemente, una amplia base empírica. Las investigaciones endocrinológicas, clínicas y experimentales, principalmente el estudio del metabolismo de los esteroides córtico-suprarrenales y de la hormona corticotropa del lóbulo anterior de la hipófisis, condujeron a la genial concepción de Hans Selye, el estudio de la fisiología y la patología al esfuerzo ("Stress"); esfuerzo que debe realizar el organismo para superar, a cada instante, las exigencias somatopsíquicas de la vida. Ajustándose a esta concepción fisiopatológica, el reumatismo crónico puede considerarse entre las "enfermedades de adaptación".
Generalmente se distinguen dos tipos fundamentales de reumatismo crónico: la artritis reumatoidea o reumatismo atrófico y la osteoartritis degenerativa o reumatismo hipertrófico, con caracteres nosoclínicos y anatomopatológicos específicos.
Resumiendo, se diría que el reumatismo crónico afecta al tejido conjuntivo, más propiamente al tejido colágeno; y, como el "Comité de la Asociación Americana del Reumatismo" sugirió, compromete primariamente la substancia interfibrilar del tejido conjuntivo, sustancia de naturaleza coloidal, que existe en los intersticios entre las células y las fibras mesenquimatosas. Este concepto, explica la difusibilidad, la extensión de las lesiones en la artritis reumatoidea.
Estudios experimentales de Selye inclinan a pensar que el mismo agente puede producir, según su intensidad y el estado orgánico del sujeto, ya las lesiones que caracterizan la artritis reumatoidea, ya las que son propias de la osteoartritis. Estos resultados son de capital importancia porque plantean la posibilidad de que el mismo agente patogénico pueda producir, según los factores que intervengan, las diversas formas anatomo-clínicas de la enfermedad reumática. Entre esos factores, se señalan la constitución, la herencia, el biotipo, los factores cósmicos, y todos aquellos elementos que actúan en el mecanismo complejo de la adaptación al medio interior y ambiente.
La lucha contra la enfermedad supone el conocimiento de su mecanismo, de su etiopatogenia. El aspecto socio-económico del reumatismo crónico no había sido estimado en el país.
Concluye que el problema reumático aspira a uno de los objetivos más elevados y trascendentes de la medicina: la reincorporación del hombre a su circunstancia y ambiente. La labor médico-social en la lucha antirreumática es ardua y costosa. Para iniciarla en el país deberíamos, ante todo, recomendar la formación de estadísticas, indicando las formas clínicas más frecuentes, en función diagnóstica y pronóstica. De esta manera, apreciaríamos la magnitud del problema reumático. Aunado a todo esto, la educación del público sobre lo que atañe a su etiología y su profilaxis.
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- 1952 [30]