dc.description.abstract | Informa sobre la construcción de establecimiento para la asistencia de los enfermos en España y algunos datos sobre el seguro de enfermedad–maternidad.
Con motivo del Primer Congreso Iberoamericano de Seguridad Social el Instituto Nacional de Previsión realizó una exposición de la tarea que cumplen los seguros sociales en España, la que fue instalada en el nuevo edificio del Instituto, inaugurado con motivo de la celebración del Congreso. Se exhibieron, además, muchas otras obras de la política social del Gobierno español.
En la parte relativa a la edificación de establecimientos para prestar asistencia a los enfermos, la muestra fue tan nutrida que no faltarían escépticos que considerasen que había mucho de propaganda y exageración en el plan exhibido, pero se pudo comprobar más tarde que todo se ajustaba a la realidad y que la obra que realizaron los seguros sociales españoles, en materia de construcción de hospitales y consultorios, era la más vasta que se haya emprendido en el mundo.
El seguro social unificado de enfermedad-maternidad de España fue creado por ley del 14 de diciembre de 1942. Su funcionamiento estaba a cargo del Instituto Nacional de Previsión, a través de la Caja Nacional de Seguro de Enfermedad.
Luego de una investigación de las necesidades sanitarias de los asegurados en toda España se consideró necesario llevar a cabo un amplio programa de construcción de instalaciones sanitarias. El programa de construcciones fue aprobado a mediados de 1945 y reformado por decreto de febrero de 1947; y la construcción de los establecimientos se inició a principios de 1948.
El total de construcciones alcanzaba a 292 centros asistenciales, entre hospitales, servicios ambulatorios completos con todas las especialidades y servicios ambulatorios reducidos. En mayo de 1951 ya estaban funcionando o en vísperas de inaugurarse unos noventa, en poco más de tres años de trabajo.
Se destaca más el mérito de esta obra, recordando cuál había sido la situación de España en los últimos años: desangrada por la guerra civil, que además causó inmensos daños materiales; en difícil situación durante la guerra mundial; injustamente aislada, tratada como enemigo, en la postguerra; y agobiada por una sequía de varios años. Con todas estas calamidades y dificultades la situación de España no era muy desahogada para emprender tarea tan vasta.
Finalmente informa sobre el régimen financiero del seguro de enfermedad-maternidad, que estaba conformado por aportes del Estado y cuotas, por partes iguales, del empresario y el trabajador, las que eran fijadas periódicamente por el Ministerio del Trabajo. Los trabajadores por cuenta propia pagaban la totalidad de ambas cuotas. El Estado aportaba 75 pesetas por cada parto, 50 pesetas por cada beneficiaria e hijo que lacte y el 25% del promedio anual del coste del servicio de maternidad. Las cuotas de empleadores y trabajadores se calculaban sobre una tabla de salarios clasificados en ocho grupos. El valor de las prestaciones en especie y el pago de subsidios representaban muchos millones de pesetas mensualmente. El artículo destaca que los servicios se amplían y perfeccionan cada día más y se espera que llegue a su máxima expresión cuando concluya el plan de construcción de instalaciones sanitarias. | es_PE |