Rehabilitación de enfermos tuberculosos
Abstract
Informa sobre la rehabilitación para el trabajo del enfermo tuberculoso curado.
Después de terminado el tratamiento el paciente se encuentra sin ningún entrenamiento para el trabajo, en el preciso momento en que debe enfrentar la lucha por la existencia. La meta principal de cualquier tratamiento clínico ha de ser que el enfermo recupere la facultad de trabajar, para poder sostenerse con su propio esfuerzo, a sí mismo y a su familia.
Aún si desde el punto de vista clínico al salir el paciente del hospital, su estado pulmonar parezca estabilizado, no es posible apreciar con seguridad su facultad de trabajo, puesto que "Hasta ahora no tenemos ningún método científico exacto que permita comprobar dicha facultad en el tuberculoso" (Wernli). Es solamente en el sitio del trabajo donde se puede juzgar la capacidad de rendimiento del convaleciente y su probable duración. Un porcentaje muy reducido de enfermos es dado de alta con la mención: "completamente apto para ganarse la vida". En la gran mayoría, se trata de convalecientes parcialmente capaces de ganársela, y algunos dejan la clínica "completamente incapaces de cualquier clase de trabajo".
Señala que en épocas de coyuntura favorable, tal como la que se presentaba en Suiza en aquella época, sería más fácil para los pacientes parcialmente capaces ganarse la vida, encontrar un trabajo adaptado a su estado de salud y rendimiento. Pero en tiempos críticos, en los cuales sobra la mano de obra perfectamente válida, sería casi imposible para los elementos enfermos lograr un empleo. Ellos se veían en la obligación de aceptar cualquier trabajo, aun corriendo el riesgo de una recaída en su enfermedad.
En el plan de curación de la tuberculosis existía un vacío entre el cuidado intenso durante el tratamiento y el subsecuente peso enorme de la profesión y la vida cotidiana; llenar ese vacío era el fin que se proponía el entrenamiento para trabajo del enfermo tuberculoso. La denominación Trabajo-terapia, no le parecía afortunada al autor, el trabajo constituyó para el convaleciente tuberculoso más bien una carga que un medio terapéutico. La expresión "Entrenamiento para el trabajo" le parece mejor, y opina que la palabra inglesa "Rehabilitation" abarca en forma inmejorable todo el conjunto de la rehabilitación de las facultades corporales, intelectuales, profesionales y económicas.
Precisa la diferencia entre entrenamiento para el trabajo y la terapia llamada ocupacional. Asimismo, explica los métodos y tipos de clínicas que se fueron desarrollando para la realización del entrenamiento para el trabajo, con distintas estructuras.
Concluye que se ha tratado de exponer el problema de la readaptación del enfermo tuberculoso con sus distintas posibilidades de solución. Cuál de ellas ha de adoptarse en cada caso, depende muchísimo de la opinión del médico respectivo y también de las condiciones del lugar y del país donde hay que realizarla. Opina que es preferible proporcionar al tuberculoso curado la reintegración a la vida normal después de un entrenamiento relativamente breve en un hogar de cura para el trabajo, no importa que éste sea anexo de una gran clínica antituberculosa o una institución independiente, borrando así en el enfermo, lo más pronto posible, la mancha de haber sido eliminado de la sociedad. El colocar al enfermo en una colonia con probabilidades de trabajo tal como la del sistema Papworth, podría ser la solución ideal para los enfermos crónicos con lesiones abiertas del pulmón.
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- 1953 [31]