Un siglo de progreso social
Abstract
Informa sobre el progreso social en Italia de 1938 a 1952. Contiene una comparación con la época de pre-guerra, explicación de caracteres y forma de las prestaciones, las fuentes y sistemas financieros, el funcionamiento de los Institutos de Previsión y los Seguros Obligatorios; información sobre otras formas de asistencia social; y una breve reseña del camino recorrido y nuevos problemas que se presentaron.
Los trabajadores que gozan de una o más formas de seguro social eran en conjunto, en 1952, aproximadamente quince millones; de manera que se podía considerar que, incluyendo los familiares con derecho a las prestaciones, más de la mitad de la población italiana estaba protegida por los seguros sociales. Con respecto a 1938, el número de las personas protegidas (asegurados y sus familiares), aumentó cuando menos dos millones de unidades.
Sobre la cantidad de prestaciones otorgadas, se incluye un cuadro con las cifras de 1952, distribuidas por las principales formas de protección y los Institutos que las administraban. El Instituto Nacional de Previsión Social administraba las prestaciones de Invalidez, vejez y familiares sobrevivientes; Desocupación; Tuberculosis; y Asignaciones familiares. El Instituto Nacional para el Seguro contra los Accidentes y las Enfermedades Profesionales administraba las prestaciones de accidentes del trabajo. El Instituto Nacional para las Enfermedades administraba el seguro contra enfermedades.
Se agrupa las prestaciones de previsión, conforme los acontecimientos que las causan: acontecimientos físicos temporales (enfermedad del trabajador o de sus familiares, lesiones por accidentes de trabajo) ; acontecimientos físicos permanentes (invalidez por causa profesional, invalidez por causa extra profesional, vejez, muerte del trabajador); acontecimiento por carencia de trabajo (desocupación total o parcial); acontecimientos familiares (nacimientos de hijos y gravámenes familiares en general). La legislación italiana contemplaba la tutela de todos estos acontecimientos con una disciplina normativa inspirada en criterios de particular amplitud, sea en lo que se refiere a las condiciones para la concesión, como en lo relativo a la extensión de la prestación.
A la previsión propia de los sistemas de seguros, se agregaron numerosas asistencias que realizaban una notable protección social, de formas y fuentes diversas. En este artículo se menciona algunas de particular interés, como el adiestramiento profesional para trabajadores; viviendas económicas y populares; la tutela y asistencia de la maternidad y la infancia, etc.
Finalmente informa que el problema universal de la protección social se ampliaba siempre más, porque era más alta la conciencia de los valores humanos en el interés de una producción de la riqueza más intensa y racional. Ello estaba necesariamente condicionado por la evolución de las formas y posibilidades del desarrollo agrícola e industrial, de las relaciones entre los pueblos, y también por una conciencia más madura de los ciudadanos. No pueden existir esquemas preconstituidos para situaciones que han sido y serán necesaria y fatalmente diversas y mutables. Lo que puede animar en la obra para conseguir las mejores y mayores realizaciones sociales, es la conciencia de la necesidad humana y nacional de la solidaridad, junto con el firme propósito de organizar, en forma siempre menos imperfecta, el sistema de la prevención y prestaciones en beneficio de quien trabaja o ha trabajado, combatiendo les desperdicios, reduciendo los gastos, potenciando la eficiencia y la prontitud de los servicios y todo esto con la visión superior de les intereses generales del país.
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- 1955 [34]