dc.description.abstract | Estudia la naturaleza de la inflación, las causas que la originan y sus consecuencias, ya que se considera que constituye uno de los peores males económicos y sociales, que amenaza constantemente a muchos países latinoamericanos.
Señala que la inflación es un estado de cosas en el cual los precios suben continuamente y con intensidad, debido a un exceso de la demanda de bienes y servicios sobre la oferta de ellas disponible a los precios vigentes. Este exceso de demanda se ejerce mediante un crecimiento de los medios de pago y de su velocidad de circulación, sin lo cual no puede manifestarse; y puede ser originado tanto en el sector público, por mayores gastos del Gobierno respecto de sus ingresos, o en el sector privado, por mayores gastos de los productores, comerciantes y público en general, lo que determina el crecimiento del circulante y del crédito bancario. La inflación viene a ser, en realidad, el resultado del deseo de un sector económico de obtener una participación de la renta nacional mayor que la que le corresponde, ya se trate del Gobierno, los productores, o los trabajadores.
Los déficits fiscales, la tributación exagerada, los beneficios sociales excesivos, los aumentos injustificados de salarios, las inversiones que exceden el ahorro natural, constituyen las causas del proceso de inflación. A ellas puede agregarse, como causa exógena, saldos fuertemente positivos de la balanza de pagos motivados por un fuerte incremento de los precios de las exportaciones, que determinan la expansión de los medios de pago.
Los efectos de la inflación sobre la economía son múltiples. En primer lugar, determina una redistribución de los ingresos y de la renta de un país en favor de los empresarios y productores, porque sus costos suben con retraso respecto a la subida de los precios; de los deudores, que pagan con menor poder adquisitivo; de quienes tienen su riqueza en forma de bienes reales. En cambio, perjudica a quienes tienen su riqueza en forma de derechos fijados en términos monetarios (bonos, hipotecas, seguros, ahorros, etc.); a los acreedores; a los que reciben ingresos fijos en términos monetarios o que varían con menor rapidez que los precios (pensiones, sueldos, salarios).
La inflación a la larga perjudica la producción económica, porque exige mayores capitales para sostener el mismo volumen real de actividades; porque produce una verdadera erosión de los capitales fijos, cuyo costo de reposición aumenta fuertemente; porque ocasiona un aumento de las cargas tributarias; y porque conduce al establecimiento de controles de precios y de divisas, que perjudican sobre todo a las ramas básicas de la producción nacional.
Asimismo, ocasiona dificultades en la balanza de pagos por el aumento exagerado de la demanda de importaciones, que produce el agotamiento de las reservas monetarias y hace necesario la devaluación para poner el valor externo de la moneda en línea con el valor interno; o el establecimiento o intensificación del control de cambios, que no corrige el mal sino lo agrava.
Finalmente explica que la inflación retarda el desarrollo económico de un país porque desalienta el ahorro nacional, sobre todo cuando es intensa y de larga duración; porque ahuyenta la inversión de capitales del exterior; porque castiga la producción de los bienes y servicios básicos, incluyendo las importaciones; y porque determina una mala orientación de las inversiones nacionales. | es_PE |