Desarrollo de las normas de protección para los agricultores en Inglaterra
Abstract
Explica la historia del desarrollo de la protección social de los trabajadores agrícolas en Inglaterra.
Informa que, aun cuando se considera usualmente a Inglaterra como un país esencialmente industrial, debe recordarse que la agricultura permanecía como una de las más grandes ocupaciones individuales, y las necesidades de dos grandes guerras sirvieron para acentuar la vital importancia de la comunidad agrícola, hacia un conveniente funcionamiento de la economía nacional. Sin embargo, a pesar de su importancia, los agricultores habían gozado de menor protección legal que los trabajadores industriales, de muelles y de otros centros.
La historia de la legislación de protección de los obreros, se remonta con anterioridad a la Ley de Salud y Moral de Aprendices, de 1802; y desde entonces, una complicada legislación atestigua la labor de los departamentos gubernativos y del Parlamento, para salvaguardar los intereses básicos del trabajador urbano. Este cuidado en parte se explica por el hecho que los grandes horrores de la Revolución Industrial, se revelaron con gran fuerza a los ojos de los filántropos victorianos, quienes fueron los iniciadores de la legislación protectora en minas e hilanderías del norte de Inglaterra.
Teóricamente el agricultor en cualquier momento se hallaba sin protección legal por accidentes, contra su patrono. Si el trabajador accidentado por razón de haber faltado el patrono a la obligación de observar un buen sistema de protección, como se espera de un hombre razonable, entonces el trabajador podía enjuiciar al principal por daños y perjuicios, llevando el caso por las reglas legales vigentes. Sin embargo, el servidor que demandaba a su empresario por estas circunstancias, tenía un salario escaso y estaba en especial desventaja en el siglo XIX.
Las deficiencias de la ley común de negligencia, como instrumento de protección y compensación de los trabajadores accidentados, condujeron a la adopción de la Ley de Compensaciones Obreras de 1897, que dispuso que cuando un trabajador sufriera un accidente, fuera o en el curso de su labor, podría demandar a su empresario por una determinada suma de acuerdo con la tasa de los salarios vigente. Al principio esta ley fue aplicable únicamente para algunos empleos peligrosos, con exclusión de la agricultura, la que sólo fue incorporada por la Ley de 1906. Por distintas dificultades presentadas, las Compensaciones Obreras fueron suprimidas y reemplazadas por la Ley del Seguro Nacional de 1946. De acuerdo con esta nueva disposición, los trabajadores accidentados en vez de formular directamente sus reclamos a los empresarios, simplemente acudían al Seguro Nacional.
En los últimos años, además, se produjo un gran aumento del uso de aparatos mecánicos y elementos químicos en la agricultura, conjuntamente con el aumento en la posibilidad de producción de serios accidentes a los trabajadores. Esta situación fue contemplada con la adopción de la Ley de Seguridad, Salud y Normas de Bienestar en la Agricultura, de 1956, bosquejada en forma similar a la legislación de fábricas.
En conclusión, afirma que el trabajador agrícola en esos momentos estaba casi íntegramente protegido, en cuanto a las personas y a la seguridad de sus salarios, en forma similar al trabajador industrial, y considerablemente más protegido que otros grupos de la comunidad, como los trabajadores de oficina.
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- 1960 [33]