dc.description.abstract | Este documento fue presentado en el IV Congreso Panamericano de Servicio Social, en Costa Rica, por el grupo de trabajo del Comité Peruano de Servicio Social, integrado por las autoras. Este estudio ofrece algunas bases de discusión para derivar conclusiones sobre la función del Servicio Social en la atención de los problemas que la migración rural-urbana originaba en la organización familiar y social.
Se considera a la familia como una unidad que debe poseer los medios suficientes que garanticen el desarrollo integral y armónico de todos sus miembros, en consecuencia, existe desorganización cuando esa unidad es afectada en su esencia por el debilitamiento o rompimiento de los múltiples vínculos que le dan el carácter de unidad. En su sentido más amplio, se entiende por desorganización familiar toda clase de ruptura en el funcionamiento armónico de una familia, cualquiera sea el tipo de familia de que se trate.
La familia reconocida como la base de la organización social, sufrió las consecuencias de la urbanización. Comparada con la familia rural o la preindustrial, la familia urbana de las naciones económicamente más desarrolladas, ya no era lo que fue. En general era más pequeña, con menos niños, muchos más movible; no era más la unidad económica autosuficiente; estaba más sujeta a las separaciones y perdió muchas de sus funciones históricas con la existencia de las instituciones urbanas. Cambios básicos en la función económica de la familia, paralela a la exposición al medio urbano estaban modificando las familias, cualquiera que sea su tipo, en América Latina.
En la familia que migraba como grupo a la ciudad se observaban cambios en la vida tradicional. En la urbe no sólo se alteraba drásticamente la función económica, sino que se alteraban las interrelaciones familiares, modificándose los roles de los padres, hijos, hermanos. De manera especial, merece anotarse el debilitamiento de la autoridad patriarcal, el esfuerzo de los derechos de la mujer, la desaparición del prestigio de los ancianos, el aumento del individualismo que caracteriza a todos sus miembros.
Un fenómeno que se observaba en el Perú, y que podía ocurrir en otros lugares de la América Latina, era la marginación de los migrantes en la periferia de las grandes urbes. Si a los problemas de vivienda, salud precaria y desnutrición se agregaban aquellas diferencias culturales y sociales que caracterizaban a determinados grupos rurales, la conclusión era caótica y se traducía en una serie de desajustes sociales, psicológicos, espirituales, que dificultaban o retardaban la integración de los grupos a la vida de las ciudades.
Finalmente, para afrontar los problemas planteados y mejorar el bienestar social de la comunidad, aparte de las medidas nacionales de carácter gubernamental, tales como, la concesión de créditos para obras públicas e industrias; la elevación o mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores de ingresos reducidos, y la implantación de una política de salarios acorde con la realidad económico social del país, señala que el Servicio Social contribuye al mejoramiento del standard subnormal de las clases necesitadas, participando en la creación de ciertos tipos de actividades y centros donde se adquieren nociones que mejoren dichas situaciones de carencia. Afirma que los centros de orientación familiar, los servicios sociales y asistenciales, orientados al refuerzo de la vida familiar y a lograr su mejor adaptación al medio urbano, contrarrestan algunos de los efectos malsanos de la urbanización en las familias campesinas. | es_PE |