Abstract
La limpieza es necesaria para eliminar la suciedad y los microbios de la superficie de la piel y mantener el equilibrio del PH, sin comprometer aún más su integridad. El pH de la piel es ácido oscilando entre 3.5 y 5.5 y cualquier cambio que el jabón u otra sustancia produzca en ella alterará su flora por lo que se recomienda el uso de jabones neutros