Abstract
La mayoría de nosotros no escuchamos nuestro corazones solamente a nuestro cerebro, el cerebro es el capataz del cuerpo el que controla las tareas y nunca descansa, está diseñado para estar en algún nivel de alerta en todo momento, aún cuando soñamos el cerebro intenta discernir percepciones emociones y encontrar sentido para que la persona pueda responder con diligencia.