El indio en el Seguro Social
Abstract
Informa que en la mayor parte de zonas del país que se encontraban excluidas
transitoriamente del seguro social, predominaba la población indígena y esta circunstancia
podría hacer pensar que el seguro social no trataba de desempeñar su parte en el
mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo del aborigen, pero la seguridad social
comprendía a todos los asalariados del país incursos en las condiciones personales y técnicas
que el sistema exigía sin contar factores de raza o cultura. Por esa razón la Caja Nacional de
Seguro Social realizó investigaciones para conocer la condición laboral y social del indígena y
planificó su instrucción y estímulo.
Existían limitaciones de hecho en cuanto a su funcionamiento, como ocurrió en las regiones no
industrializadas, donde el escaso número de asalariados del tipo que el seguro admitía, su
dispersión geográfica y su reducida influencia como para caracterizar la existencia de
obrerismo propiamente dicho, impedían la organización administrativa del seguro y no
solventaban los gastos inherentes a los establecimientos asistenciales. Estas regiones de
escasa industrialización eran particularmente en el Perú las correspondientes a nuestra sierra,
cuya principal población es indígena.
No obstante, grandes masas de aborígenes se encontraban dentro del régimen del seguro
social, como los pobladores de las regiones mineras de nuestro territorio que estaban
fuertemente industrializadas, y fue precisamente esta inclusión la que determinó que en la
Comisión Mixta que estudió el proyecto de Ley de Seguro Social, se destacaran las ventajas
que el seguro reportaría al mejoramiento de las desastrosas condiciones sanitarias de nuestra
serranía.
La Caja Nacional de Seguro Social observó particularmente la situación del indígena frente al
seguro social, cuidando que la ejecución del sistema se adecúe a las particularidades de su
tratamiento. No ignoró que es característico de nuestros aborígenes mantener sus
costumbres, especialmente en la vida doméstica, aún en convivencia con formas avanzadas de
la cultura, y las consideró obstáculos serios a su incorporación en nuestra civilización. Se
estimó que la obra del seguro social no llenaría su finalidad cabal en el indígena si éste no se
sirviera de ella como de una norma para elevar su vida.
Para conseguirlo, la Caja se propuso desarrollar labores de educación y estímulo: la acción que
surge de la aplicación del régimen del seguro social y la persuasión directa que estaría a cargo
de los funcionarios de la institución.
A fin de tener una pauta de procedimiento, se realizó, simultáneamente en todo el país, una
encuesta sobre el trabajo y condiciones sociales y políticas del indígena, que una vez
terminada permitiría formular instrucciones adecuadas.
Se esperaba que el Seguro Social, por su sola presencia, ejerciera influencia decisiva en el
progreso social del indígena, cuya reserva para admitir cambios en su forma de vida no es
tanta como para negarse a adoptar aquello que efectivamente mejore su vida.
Sostiene que la acción del Seguro, sus servicios asistenciales y de indemnización, la
objetivación de su red de establecimientos, así como el volumen y resultados de sus campañas
para desterrar las enfermedades que tanto estrago hacían entre los aborígenes, les daría las
pruebas para que decidieran a volcarse definitivamente dentro de la civilización
contemporánea.
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- 1937 [48]