Condiciones del trabajo obrero en las máquinas a vapor
Date
1938-02Author(s)
Blanco, Toribio S.
Caja Nacional de Seguro Social
Metadata
Show full item recordAbstract
El autor es un obrero con 30 años de experiencia en el trabajo con máquinas a vapor y
presenta un informe detallado de las condiciones de trabajo de los obreros de este ramo, con
el fin de colaborar con Caja Nacional de Seguro Social en su labor de prevención de accidentes
de trabajo.
Muy especialmente el autor señala el descuido de los propietarios, por economía, de
conservar maquinarias muy antiguas, excediendo su máximo de garantía, lo que produce el
mayor porcentaje de accidentes de trabajo entre los obreros.
Explica algunas recomendaciones para el mantenimiento de las calderas, como las siguientes:
- Tener en cuenta la debilidad que la influencia del calor da a la caldera, cuando se
acostumbra a probar las calderas con presión hidráulica, una presión muy superior a la del
timbre de la caldera, seis kilogramos por centímetro cuadrado por encima del timbre.
- También se hace sumamente necesario después de muchas reparaciones sufridas rebajar la
presión del timbre, por la falta de consistencia del material.
- Por seguridad, el caldero debe de tener los siguientes accesorios en buen estado de
funcionamiento: Indicador de presión o manómetro, válvulas de seguridad, tapones
fusibles, llaves de prueba, niveles indicadores de agua, llaves de descarga, llaves de
espumadoras, inyector y bomba, y dotarla de la limpieza reglamentaria en el interior de la
caldera, como también algún desincrustante continuo para la conservación del caldero.
- El lavado del caldero, dado las condiciones del agua con que se trabaja debe hacerse una
vez por semana, para retirar los sedimentos y barro contenidos y evitar el recalentamiento
de los tubos de calefacción y planchas de la caldera, así como extraer cualquier substancia
que pueda causar espumaje o corrosión.
Considera indispensable que todo industrial lleve un libro de reparaciones totales, parciales, y
lavados internos del generador de vapor, para que cuando sea solicitado por el Inspector del
ramo, se constate si cumple o no con las instrucciones. Según las reparaciones efectuadas en
el generador de vapor, que constará en el libro de reparaciones, el Inspector efectuará las
pruebas consiguientes y colocará en todos los generadores revisados, el día, año y la presión
rebajada con la que debe de trabajar en lo sucesivo, según la consistencia del material.
En aquel momento existían industrias en pleno funcionamiento con generadores fabricados
por particulares sin las proporciones adecuadas a los caballos de fuerza que debían de prestar;
generadores que no se repararon en muchos años, que constantemente volaban parcialmente
los tubos de calefacción en la placa tubular, y habían válvulas de seguridad que no
funcionaban, indicadores de presión que no eran confrontados desde hacía años, rubinetes de
prueba obstruídos, indicadores de agua en las que no funcionaban las llaves, tapones fusibles
que no eran cambiados periódicamente; llaves de descarga que nunca habían funcionado,
calderas que trabajaban con petróleo a pesar de tener grietas en las paredes laterales de la
caja de fuego, en suma una falta de seguridad que con pequeñas modificaciones, evitaría que
continuamente los obreros se enfermaran por el esfuerzo que hacían o resultaran
accidentados.
En conclusión, el autor afirma que el mayor porcentaje de accidentes se debe a la antigüedad
de tiempo de servicios de las máquinas y a la falta de un buen mantenimiento. Se indican los
accesorios en buen estado que deben tener los calderos y se recomienda establecer una tabla
de control con signos que indique el retiro de generadores de vapor o máquinas por carecer de
seguridad.
Collections
- 1938 [119]